
Y cuanto más tiempo pasa, más cerca veo la destrucción de un todo y un nada que forman la persona, mi persona.
Y será así hasta que me rompa como un jarrón chino al caer de una considerable altura.
La diferencia es que nadie avisó que yo fuera tan frágil como el jarrón, y luego pasa lo que pasa.
Gracias por hacer de forma consciente o inconsciente, a sabiendas o sin saber, que cada día me de más asco compartir contigo el mismo aire, el mismo cielo, el mismo origen y el mismo destino.
Resiste.
ResponderEliminar