martes, 21 de diciembre de 2010

Soy impaciente. Me cuesta demasiado esperar.
Las cosas pasan sin esperártelas, pero luego esperas y no pasan.
Veremos a ver...Pero me huele a corcho quemado.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Volando a ras del suelo


Prefiero volar en aviones de papel por un cielo de destellos diamantinos, que acaban por estrellarse en tierra, sin explosión alguna.


*Lau in the Sky with Diamonds

Criaturas marinas

Llegado el momento en que cae la tarde,
aparecen las ganas de encontrar lo que busco.
Aparece y desaparece sin dejar rastro alguno,
entre la maleza y el gentío.

Selvática fauna encontramos en el mundo marino,
donde no brilla el sol, sólo la noche,
donde los fluorescentes titilan como estrellas de mar,
dibujando una silenciosa danza acuática.

Sin presencia alguna de ti, se oyen suspiros,
procedentes de corales vacíos y de las algas de nácar.
Subimos a la tierra de los sueños prometidos,
donde, las caricias se encuentran olvidadas.

Edredones que calientan como hogueras neolíticas,
nos prometen un vendaval,
huracanes endulzados que erizan nuestros vellos,
y temblores de tierra bajo la cama.

A las puertas del cielo nos encontramos,
asentados en un nicho repleto de vida,
que va muriendo a la espera de una melodía,
de un réquiem escrito en clave de sol.

Somos locos homo sapiens en tiempo de recolecta.
Cazamos las hojas secas de los árboles al vuelo,
y dibujamos en ellas criaturas marinas.
Somos el silencio callado, la mirada perdida.
Somos, la espera infinita e indefinida.

Rojo cereza

El silencio nocturno dibujado por tu melodía,
se convierte en el mayor de los placeres.
Yaciente en una cama de lirios y velas
dibujas en el lienzo que conforman tus sábanas,
el niño que busca el amor de su madre.
Debajo de la almohada,
adormece el diente de león que en sueños,
vuela con el deseo de que la amante,
se encuentre en esta noche sonora,
sobre la cama de luz sentada.

Entre besos y espadas colgantes,
se esconde el secreto de una pieza inacabada,
llena de poderosos silencios
que buscan en la oscuridad de la noche
las letras en lienzos dibujadas.
El cirio central que ilumina la obra,
salpica con su luz solitaria las pinturas,
que como gotas de sangre, llenas de hermosura,
se mezclan con el pincel, para crear maravillas.

Lamentos sentados en sillas,
de madera de cerezos, que dan como fruta
pequeñas esferas imperfectas, rojizas,
de sangre hirviente mezclada con semillas.
Delicioso el fruto que de nuestros cuerpos brota,
que de tu voz se alimenta, y que ahora,
debido a su falta,
por tus manos y besos llora.